lunes, 4 de diciembre de 2017

Llevar una broma al límite: entrevista con Little Jesus


Son la banda que escuchamos hasta el hartazgo en el 2013, los merecedores del premio IMAS a la Mejor Banda del Año en el 2014 y los encargados de telonear los conciertos que dio The Rolling Stones en México el año pasado. El grupo Little Jesus apareció de un momento a otro en nuestro radar y parecen decididos a quedarse mucho tiempo.

Hace algunos días nos reunimos con dos de sus integrantes, Santiago Casillas y Fernando Bueno, para hacer un balance de cómo va, hasta este momento, la trayectoria de su segunda placa, Río Salvaje (2016). Además, nos hablaron del próximo show que van a dar en el Teatro de la Ciudad en donde se van hacer acompañar por una orquesta.

¿Cómo lidian con el vértigo que puede provocar un ascenso tan repentino como el suyo?

Fernando: En mi caso en particular, trato de no pensar en eso ni de convertirlo en un problema. Desde que empezamos todo ha sido muy relajado muy de entre amigos, entonces nunca nos ha entrado la preocupación de “ya crecimos y tenemos que hacer cierto tipo de cosas”.

Cuando ustedes entraron a la escena ya había redes sociales, algunas plataformas de streaming y escenarios que abrían sus puertas con relativa facilidad a proyectos como el suyo. Esta nueva era es su ambiente y no han tenido que adaptarse a ella. Desde mi perspectiva, son una banda netamente millenial, ¿esto también ha influido en aminorar esa subida?

Santiago: Sí, llegamos justo a tiempo a esa era de las redes sociales y siento que las hemos sabido aprovechar bien. Igual ahorita ya crecieron mucho más, pero fue uno de los factores que ayudaron a que se corriera la voz de esta banda.

Además, de que nos tocó la última colita de la radio. Nuestro primer sencillo, Berlín, comenzó a sonar en Reactor y a partir de ahí fue que nos empezaron a invitar a más lugares. A nosotros todavía nos tocó que Rulo pusiera canciones nuestras. Creo que, hoy en día, que tu canción suene en la radio ya no provoca eso.

Fernando: Eso si hablamos de la escena independiente, en la música comercial aún funciona de la forma tradicional. Hay estaciones que te recetan la misma canción todo el día y que yo me las sé porque las traen en el Uber. Ojalá que hicieran eso con nuestras rolas.

Porque las plataformas tienen cierto alcance nada más, llegan a determinado público y ya. En cambio, la radio sigue teniendo la posibilidad de ser escuchado por niños y viejitos.

A poco más de doce meses de haberlo publicado, ¿ha cambiado el sabor de las canciones del Rio Salvaje?

Santiago: Yo lo sigo disfrutando muchísimo. Creo que hicimos una buena selección de sencillos, elegimos las canciones más pop. Me hubiera gustado sacar algunas más locochonas como Trágame Tierra o Golden Choice, aunque todavía podemos hacerlo. Siento que nadie le hizo justicia a Río Salvaje, la canción instrumental.

A lo mejor el público que ya nos sigue y quienes apenas nos conocen ya no se sorprendería tanto si sacamos una canción instrumental como sencillo por el precedente que dejamos con TQM y ese último tramo del corte.

Las estructuras de estas canciones esquivan al público mexicano que se distingue por cantar tanto como puede en un concierto. Desde el escenario, ¿cómo definirían la relación con sus fans?

Fernando: Realmente no pensamos en eso cuando hicimos las canciones y, aun así, la gente supo darles la vuelta y las cantan, las corean y las destruyen. Siempre hay un intercambio de energía en los conciertos, siento que es mutuo. Nosotros tratamos de darlo todo y cualquier concierto es igual de importante. Pero también creo que eso se contagia del público.

Con el ritmo que lleva este grupo en su trayectoria, es muy probable que pronto los veamos anunciar una presentación en el Teatro Metropólitan. Ellos no lo descartan como una meta y un deseo a mediano plazo, la cuestión recae en el diseño de un espectáculo especial para cada concierto que dan, ya sea en un festival o uno exclusivo de ellos.

Sin embargo, tienen muy claro que prefieren un recinto donde los fans estén de pie, con la libertad de moverse y saltar pues es de esa energía desde donde se dispara lo que transmiten en el escenario. Si les dieran a escoger, preferirían presentarse, y llenar, dos veces El Plaza, al cual tienen como uno de sus preferidos tanto por el espacio como por la calidad del sonido.

Consideran, para que uno de sus conciertos sea memorable participan tanto el público como la banda pues se han presentado en los que no pudieron llenar o no se libraron de un desperfecto técnico, pero igual lo recuerdan como un triunfo.

El echar mano de una orquesta es una carta que suelen jugar las bandas cuando tienen cierta trayectoria, ¿por qué hacerlo “tan pronto”?

Santiago: La verdad es que fue una broma que quisimos llevar al límite. Nos gusta hacer cosas como de banda legendaria desde que estamos empezando. Esa es nuestra tirada. Somos como Spinal Tap (1984). Hace poquito coincidimos en que queríamos que se viera todo como un rockumental. Queremos proyectar que estamos viviendo el sueño, tal cual, como en un documental.

He visto en ustedes una actitud muy positiva incluso ante aspectos como el hate. ¿Qué cosa sí les llega a afectar y cómo lo abordan?

Santiago: El hate, la verdad, me gusta, porque eso quiere decir que alguien se tomó el tiempo de escucharnos. Lo que sí me puede afectar es que un concierto no se llene. Aunque la respuesta aquí en el país es bastante buena.

Fernando: Y donde mejor nos va, fuera, es en Zaragoza, España. También en Perú. De hecho, los públicos mexicanos y peruanos son bastante parecidos en intensidad. Cantan y gritan todo.

Santiago: En España son un poco más juzgones, pero igual son apasionados. Ponen mucha atención a los detalles. A lo mejor se quedan un poco callados y al final te comentan.

Las dos veces que hemos ido lo he disfrutado mucho y como que consolidaron a la banda como una unidad. Me dolió mucho no ir este año a presentar el Río Salvaje. A Norte le fue muy bien allá y como que hemos empezado a construir una base en ese lugar.

Fernando: Lo ideal sería que con la vida que le queda a este disco podamos ir a desarrollar algo a Europa y a Estados Unidos, mientras que hacemos que la gente de aquí nos extrañe. Siempre hay que darle un respiro al público de la Ciudad de México sin pasarse de lanza.

No hace falta ponerle tanta atención al disco, así como a los videos de La Magia y TQM para captar los guiños que hacen a los extraterrestres. La idea de que haya vida en otros planetas, en otras galaxias es algo que a ambos músicos fascina desde que eran apenas unos niños y quisieron ponerlo de manifiesto a lo largo en el álbum. Para el sucesor de éste, no descartan el hacer canciones con el fin de hacer contacto.

A propósito de esto último, nos dijeron que ya empiezan a surgir las ideas para la prueba que representa para muchos grupos el tercer disco. Nada más falta que pongan manos a la obra.

¿Cómo hacer que funcione un impulso como el incorporar una orquesta en su show?

Fernando: Muchas de las cosas que hemos hecho son, tal cual, impulsos. Lo anunciamos un día, hasta que nos cayó el veinte y a los tres meses ya tenemos que ponernos a trabajar y hacer todo bajo presión. Quizá por ahí también está una clave de nuestro éxito.

Arturo Vázquez-Vela es nuestro director de orquesta. Todavía no ensayamos con ellos, pero confiamos en que le habrá sacado tanto jugo al repertorio como ha podido.

Santiago: Es poco probable que lo repitamos de nuevo en otro lugar, así que va a ser único. Lo vamos a grabar, aunque todavía no sabemos en qué formato lo vamos a sacar. Si ya tienen sus entradas, no olviden que es de gala.

Para Joyride

No hay comentarios:

Publicar un comentario